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Ejercicio del Liderazgo Efectivo para el Alto Desempeño: transferencia de recursos al equipo. ¿Cómo


 

En el ejercicio de un liderazgo efectivo que persige desarrollar el alto desempeño en los equipos de trabajo, es esencial potenciar el conocimiento y prácticas de alto estándar de los distintos integrantes del equipo.

Para esto, la transferencia de recursos hacia el equipo aparece casi como una obligación, que se puede practicar formalmente en espacios de capacitación o informalmente en oficinas, salas de reuniones, en el pasillo de la oficina o camino al almuerzo. De acuerdo a estudios de la Escuela de Educación de la Universidad de Harvard, menos del 20% del aprendizaje ocurre en contextos formales. Más del 80% se produce por canales informales.

En consecuencia, se presentan a continuación 16 prácticas para ejercer liderazgo efectivo en el día a día y transferir recursos permanentemente a tu equipo.

1. No se trata de ti, sino de ellos. El foco del aprendizaje no eres tú. En lugar de preguntarte ¿Qué voy a hacer o transmitir hoy a mi equipo?, pregúntate ¿Qué van a hacer o aprender ellos

2. Conoce a tu equipo. Necesitas conocer a las personas con las cuales interactúas. Los recursos están en el sistema: sus talentos, experiencias y necesidades. El aprendizaje es un viaje, y como todo viaje, necesitas conocer el punto de partida de los integrantes de tu equipo antes de iniciar el camino.

3. Las personas asumen riesgos cuando sus líderes crean un ambiente seguro. Aprender y enseñar exige abrirse a la vulnerabilidad de uno y del otro. Las personas necesitan reconocer lo que no saben, tomar riesgos y repensar lo que creían que sabían. Esto puede ser incómodo y, para muchos, aterrador. Por lo tanto, se requiere la creación de un ambiente de seguridad emocional, intelectual y psicológica. Trabaja en eso.

4. Los grandes líderes emanan pasión y determinación. El deseo es contagioso. Si lo tienes, seguramente los miembros de tu equipo lo percibirán. Las personas descubren inmediatamente cuando el líder pone un interés sincero en lo que está haciendo o enseñando. Y se confunden con la contradicción.

5. Las personas aprenden cuando sus líderes las muestran cuánto necesitan aprender. Para eso, necesitan conocer los espacios de aprendizaje entre lo que son actualmente y lo que pueden llegar a ser. Puedes preguntar, por ejemplo: “¿Están todos alineados alrededor de las expectativas del cliente?”. Seguramente recibirás una respuesta afirmativa. Entonces, pídele a tu equipo que responda la pregunta individualmente y compara las respuestas abiertamente. Te llevarás grandes sorpresas. Cuando las personas se dan cuenta que necesitan aprender, vendrán solos a pedir ayuda.

6. Hazlo claro, sino simple. Desmenuza ideas complejas y hazlas entendibles. Debes ser comprendido por tu equipo. Si no a nivel conceptual, entonces a nivel práctico. Enseña con el ejemplo.

7. Aprende a decir “no sé”, sin sacrificar credibilidad. NO tienes todas las respuestas. No las tienes. Y si las tienes, estás equivocado. Construye la respuesta con tu equipo. Este equilibrio entre sabiduría y aprendizaje te pone al mismo nivel de tu equipo. Eso genera confianza.

8. Tu ejercicio del liderazgo muestra quien eres. Si conoces profundamente tus recursos y tus áreas de mejora, te resultará más fácil conectar con tu equipo.

9. Repite los puntos importantes. Puedes decir lo importante varias veces, de distintas formas. Puedes ser creativo, ingenioso, lúdico, pero manteniendo el mensaje central. Persevera.

10. Repite los puntos importantes… Para no olvidar.

11. Los buenos líderes hacen muchas preguntas. Explora lo desconocido. Puedes abrir puertas por medio de la indagación. ¿Cómo funciona esto? ¿Qué pasaría si…? ¿Cuáles son los fundamentos para tomar esta decisión?

12. El ejercicio del liderazgo no se trata de transmitir información, sino de enseñar a pensar diferente. ¿Quieres decirle a tu equipo lo que tienen que hacer? ¿Dar las respuestas que quieres oír? Perfecto, te servirá en el muy corto plazo. En el largo plazo necesitarás que tu equipo aborde diversas perspectivas de mundo y que pueda interpretar información compleja para afrontar desafíos adaptativos, no solo para resolver problemas técnicos. ¡¡Lidera un equipo que genere valor!!

13. Escucha, deja de hablar. Tu equipo te observa todo el tiempo y tus acciones hablan por ti, ¡a gritos! Si les hablas, probablemente te escucharán. Si los escuchas, con seguridad te hablarán. ¿Debieras escuchar tus propias palabras en el lenguaje de tu equipo? ¿Los temas importantes que has marcado en el tiempo? ¿Lineamientos relevantes para el futuro de la empresa? Así debiera ser… Y también aprenderás cosas nuevas. Déjate sorprender. Tu equipo sabe.

14. Deja que tu equipo se enseñe mutuamente. Ellos pueden aprender muchísimo de sí mismos y entre ellos. En ese espacio de pares, florecen las voces que necesitas para crear y sostener el futuro.

15. Usa técnicas diversas para transferir recursos a todos. Todo tu equipo puede aprender, pero de formas distintas. Algunos serán visuales, otros abstractos, otros prácticos. Practica diversas interacciones para asegurarte que todos puedan acceder a lo más relevante.

16. Nunca pares de ejercer tu liderazgo. El ejercicio efectivo del liderazgo es 7x24 y depende de la calidad de tu relación con el equipo. Eso se construye con el tiempo. Rito y ritmo.

El ejercicio efectivo del liderazgo es un proceso.

Puedes integrar la implementación de estas prácticas con las que utilizas en la actualidad.

La invitación está abierta.

Rodrigo Zambrano

Socio Consultor de LEAD Institute, Consultora en Liderazgo Efectivo para el Alto Desempeño.

Conferencista y LEAD Coach en Equipos de Alto Desempeño, Habilidades Directivas y Liderazgo Efectivo.

Profesor de Postgrado de la Universidad Adolfo Ibáñez.

Profesional con dos décadas de experiencia en dirección de RRHH, financiera y de negocios. Ha sido Director, CEO y CFO en compañías de sectores Industrial, Financiero, Retail y de Servicios, así como Director del Magíster de Psicología Organizacional de la UAI.

Ingeniero Comercial y Economista de la Universidad Católica de Chile, Magíster en Psicología de las Organizaciones de la Universidad Adolfo Ibáñez, Psicólogo Clínico Sistémico y Diplomado en Intervención de Parejas de la Universidad UNIACC. rzambrano@leadinstitute.cl

www.leadinstitute.cl

Adaptación de “Un buen líder es un buen maestro:16 formas de lograrlo”, de Chuck Salter.

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